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Me acabo de dar cuenta de que siempre me meto en este blog una vez por mes. Curioso.

Me meto aquí cuando me siento mal. Generalmente es cuando recuerdo mis momentos con la depresión, o necesito un momento de soledad, sólo conmigo y mis palabras. En un sitio que sé que puedo leer con libertad, sin que nadie se entrometa. Sí, he compartido días felices aquí. Pero generalmente, suelo recurrir a este blog porque me siento mal.

Porque me entristezco. Y no quiero volver a lo de antes. No quiero recordarlo.

No quiero.

Noches sin dormir. Siempre escribo de noche aquí.

Tengo sueño, cansancio, ganas de llorar.

Ya he llorado antes. Pero es que simplemente me ha afectado demasiado esto. No pensaba que me iba a afectar tanto.

Me veo reflejada tanto en ello que no paro de darle vueltas.

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